¿Sabías qué?
¿Sabías que antes, los zapatos para el pie izquierdo y derecho eran iguales?
Es cierto y hoy en ModoFun.com te lo contamos. No siempre hubo un zapato para el pie izquierdo y otro para el pie derecho.
¿Alguna vez has calzado los zapatos intercambiados? Si te pasó debiste sentir mucha incomodidad. Sin embargo, este no era problema alguno para cualquier individuo anterior al siglo XIX, porque hasta entonces no existía un zapato para cada pie, sino dos idénticos e intercambiables.
¿Para qué se crearon?
El calzado nació con el objetivo de proteger el pie al caminar. Por eso era normal ver las extremidades inferiores envueltas en piel y amarres o decoradas con delicadas sandalias de paja o lino. Después se le añadieron las suelas, los cierres, los tacones, los diseños y demás artefactos.
Si bien es cierto que hititas, asirios y griegos hicieron alguna distinción de pie en algunos de los modelos que crearon. Hasta 1850 la mayoría del calzado producido se realizaban a mano y con hormas rectas. Por eso el resultado eran dos zapatos idénticos, uno para cada pie.
Hormas diferentes
No es hasta bien entrado el siglo XIX cuando encontramos una diferenciación clara de horma para cada uno de los pies, con una forma curva que aportaba mayor comodidad adaptándose a ellos (antes, metías el pie en el zapato y, tras millones de rozaduras, heridas y amputaciones de dedos, la piel se adaptabaal zapato y ya eras feliz).
Y por extraño que parezca, el epicentro de este cambio no se encuentra en Europa, cuna de los dictados de la moda de la época, sino en EE.UU., en Filadelfia concretamente.