Conspiraciones
Cuidado con los gusanos oculares
Los gusanos del ojo pueden no causan dolor inmenso o ceguera al estar en el globo ocular, pero hacen más fácil que haya una infección.
Seguimos con los misterios marinos. Hoy en ModoFun.com te contamos que los parásitos son amplios y aterradores, sobre todo porque la mayoría de ellos son casi imposibles de ver justo en frente de ti, y mucho menos al nadar en una piscina de agua remolino. Un parásito en particular es especialmente desconcertante. El nombre científico es Loa loa, pero es más comúnmente referido como el gusano del ojo.
Gusanos oculares
El gusano del ojo tiene etapas de vida diferentes, una de las cuales puede incluir habitar un huésped humano. Ellos necesitan agua para sobrevivir, por lo que en los seres humanos, comúnmente gravitan hacia nuestra única característica externa que siempre tiene un montón de líquido: los ojos.
Probable infección
Los gusanos del ojo pueden no causan dolor inmenso o ceguera o cualquier cosa terrible al estar en el globo ocular, pero hacen más fácil que haya una infección. El miedo de estas criaturas sobre todo proviene del hecho de que es común ser totalmente inconsciente y no saber que está, hasta que ya está demasiado cerca del campo de visión. Son microscópicas y por lo tanto muy difíciles de eliminar del ojo. Gracias a la medicina actual, podemos matarlos con algunos antibióticos simples, pero cuando llegaron por primera vez a los EE.UU. desde África en la década de 1770, cualquier persona con un gusano de los ojos no habría tenido tanta suerte.
Son veloces
Se desplazan a una velocidad que puede llegar a los 60 centímetros por hora. Hay machos y hembras, y en su deambular por nuestro cuerpo, si se encuentran, tendrán una serie de pequeñas criaturas llamadas microfilarias, que pasarán al torrente sanguíneo a través de los capilares siguiendo una rutina diaria bastante estricta. De 10 de la mañana a 4 de la tarde están en el torrente sanguíneo, esperando su gran oportunidad, que no es otra que pillar a un tábano en plena acción, para así poder parasitarlo y comenzar el ciclo de nuevo en otros cuerpos. Si no lo consigue, la microfilaria vuelve hasta los pulmones hasta el día siguiente, donde comenzará de nuevo su ronda.
